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No es que toda la vida fui dramática porque nací mujer.
No es que toda la vida fui dramática porque sí.
El drama, artísticamente, también lo aprendí.
Y desde que tengo uso de razón.
(O desde que en realidad la uso)
Recuerdo haber disfrutado de la memorización de poesías.
Más de una vez participé en concursos de declamación y hoy, justamente hoy, me encontré con uno de ellos que, al empezar a leer, pude recitar con la misma dramatización de hace....algunos años. Sólo que esta vez, con el uso de aquella razón que al memorizar no tenía, las palabras tomaron un significado totalmente diferente.
No pude evitar sentirme identificada y por alguna causa casi escuché la propia voz de mi conciencia jugando a describirme. Quizá "cruzar caminos nuevos" es la parte de mi vida que con mayor dramaturgia disfruto.
-Chiqui
Sin más preámbulo ni drama...deléitense con:
ROMERO SÓLO...
Ser en la vida Romero,
Romero sólo que cruza siempre por caminos nuevos.
Ser en la vida Romero,
sin más oficio, sin otro nombre y sin pueblo.
Ser en la vida Romero, Romero..., sólo Romero.
Que no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el cuerpo,
pasar por todo una vez, una vez sólo y ligero,
ligero, siempre ligero.
Que no se acostumbre el pie a pisar el mismo suelo,
ni el tablado de la farsa, ni la losa de los templos
para que nunca recemos
como el sacristán los rezos,
ni como el cómico viejo
digamos los versos.
La mano ociosa es quien tiene más fino el tacto en los dedos,
decía el príncipe Hamlet, viendo
cómo cavaba una fosa y cantaba al mismo tiempo
un sepulturero.
No sabiendo los oficios los haremos con respeto.
Para enterrar a los muertos
como debemos
cualquiera sirve, cualquiera... menos un sepulturero.
Un día todos sabemos
hacer justicia. Tan bien como el rey hebreo
la hizo Sancho el escudero
y el villano Pedro Crespo.
Que no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el cuerpo.
Pasar por todo una vez, una vez sólo y ligero,
ligero, siempre ligero.
Sensibles a todo viento
y bajo todos los cielos,
poetas, nunca cantemos
la vida de un mismo pueblo
ni la flor de un solo huerto.
Que sean todos los pueblos
y todos los huertos nuestros.
León Felipe